Realismo: El vagón de tercera, Honoré
Daumier
Tanto el Romanticismo
y el Realismo se desarrollaron
durante el siglo de las revoluciones
burguesas, es decir, el siglo XIX,
donde primeramente fueron los burgueses quienes defendieron la libertad a capa y espada. Finalmente,
lograron controlar la política y
también el arte mediante los Salones
a través de los cuales los artistas tenían la oportunidad de exponer sus obras
y darse a conocer.
El Realismo,
en su afán por reflejar la realidad social, nació en contraposición del Romanticismo, que se caracteriza por la
exaltación de los sentimientos. Fue durante los años 50 y 60, en Francia, donde el Realismo surge
gracias a un grupo de pintores que pretenden precisamente eso, plasmar la
realidad del pueblo con la mayor fidelidad
y simplicidad posible. Esta
necesidad de manifestar el estado real de la población oprimida surge del
ascenso de la burguesía como bien se
ha mencionado anteriormente. Por esto, la pintura realista hace gran hincapié
en la lucha de clases y las
consecuencias de la Revolución
Industrial como el inicio de las protestas obreras, los bajos salarios, las
largas jornadas laborales, las nefastas condiciones en las que los obreros
vivían, etc.
Como característica
principal de la pintura realista,
cabe destacar la objetividad con la
que se plasma lo cotidiano que queda patente en los temas que representan: la vida
campesina, la explotación laboral,
etc
El vagón de tercera fue realizado entre 1862 y 1864 y actualmente se encuentra en el Metropolitan Museum, Nueva York.
En este óleo sobre lienzo, Honoré Daumier representa un vagón de tercera clase, medio de transporte común para los trabajadores de París, que viajaban hacinados en sus incómodos bancos de madera. Con esta obra lo que Daumier pretendía era denunciar la precaria y pobre de los más desfavorecidos que se veían en la obligación de viajar, como se puede observar en el cuadro, en medios de transportes tan lúgubres.
Para llevar a cabo dicha denuncia se vale, en un primer plano, de una anciana con la vista perdida como muestra de resignación y con las manos cruzadas sobre la cesta de mimbre que lleva encima de sus piernas; de una joven madre que sostiene tiernamente a su bebé en su regazo a la izquierda de la anciana; y de un niño, a la derecha de la anciana, que descansa sobre la anciana, tal vez por el trabajo realizado indebidamente para su temprana edad.
Todo esto en contraste con el segundo plano donde se pueden apreciar señores con chistera tras ellos, que van en el vagón aunque pintados de una forma más abocetada. Aunque su vestimenta se más “digna” que la de los viajeros del primer plano, no quiere decir que sean trabajadores cansados y melancólicos. Además, parece que no tengan comunicación unos con otros a pesar de estar aglomerados. Es más, cada figura está individualizada destacando de las mismas sus gestos y expresiones como el aburrimiento y el hastío.
Como dato importante a tener en cuenta, cabe recordar que en aquel entonces los trenes contaban con tres clases de vagones: los vagones de primera donde había calefacción, butacas y estaba prácticamente aislado del resto de vagones; los vagones de segunda que eran muy similares, pero viajaban un mayor número de pasajeros; y los vagones de tercera que albergaban asientos de madera corridos e incómodos, desprovistos de calefacción y lleno de una aglomeración de personas.
Otros detalles que no se deben dejar atrás son las cabezas femeninas que se dejan ver entre la muchedumbre del fondo, pues posiblemente se trate de una alusión a la prostitución que se dio durante la Revolución Industrial. Al igual que en la actualidad, muchas de las mujeres francesas que iban a las grandes urbes a buscar un trabajo mejor acabaron ejerciendo la prostitución como único modo para subsistir.
En lo que a técnica se refiere, se puede observar el trazo contundente y dinámico, los contrastes pronunciados y los contornos negros muy delimitados que caracterizan la obra de Daumier, pues es un dibujante e ilustrador. En cuanto a la luz, su manejo es magistral y su escasa gama de colores no impide que transmita las sensaciones de que Daumier pretendía. Quizá esta escena se trate de la vuelta a los hogares de los trabajadores tras su larga jornada laboral, y por ello los colores cálidos del atardecer.
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El vagón de tercera, Walters Gallery, Baltimore, Estados Unidos.
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Existen otras dos versiones con ligeras diferencias entre las mismas, una en la Walters Gallery de Baltimore y la otra en la National Gallery de Ottawa debido a que la obra original quedó inacabada. Esto se sabe gracias a que se tiene conocimiento del procedimiento que Daumier llevaba a cabo el cual consiste en usar una cuadrícula para pasar el boceto al lienzo.
Postimpresionismo: Los comedores de patatas, Vincent Van Gogh
Para poder hablar de Postimpresionismo, antes se debe hablar del Impresionismo y el contexto histórico que albergó a ambos movimientos pictóricos, mediados del siglo XIX.
Fue en la Francia del año 1863 donde surgió el Impresionismo, la creación de un grupo de pintores cuyo objetivo era llevar a cabo una serie de cambios pictóricos en oposición a la pintura tradicional y académica. El origen del movimiento impresionista coincide con un período de paz donde la burguesía florecía haciendo crecer también el consumismo y el ocio, pues las ciudades se habían vuelto en un nuevo espacio para esta nueva clase social. Así comienza a aparecer público ocioso que asiste a los conciertos en los boulevards y los jardines de París. El campo se convierte además en un lugar de ocio para la burguesía, y así lo retraban Monet y Renoir. También la noche y quienes la disfrutaban, los locales nocturnos, el paseo, el cabaret, el ballet, los cafés y las tertulias comienzan a adquirir relevancia. Mundo del que, impresionistas como Degas, extraían sus temas.
La pintura impresionista se caracteriza por la aplicación de la teoría de los colores, que consiste en mezclar los colores primarios (magenta, cian y amarillo) para lograr los colores complementarios (violeta, verde y naranja); por el gran protagonismo que adquiere la luz, pues el tema del cuadro es la luz y su incidencia en los objetos; la coloración de las sombras; la pincelada suelta, pues los pintores impresionistas prefieren una mancha pastosa y gruesa. Otras características son el pintar series de una misma escena a diferentes horas del día; la nueva valoración del espacio conseguida con ángulos y atrevidos encuadres; la nueva relación con el público, pues el espectador debe ser partícipe en la obra debido a que la obra se ofrece como algo que no está terminado y que es importante reconstruir mentalmente.
Muchas de estas características se repiten en el Postimpresionismo, pero debido al triunfo de los maestros impresionistas, se originará una cierta oposición a la visión fugaz debido a la importancia que le daban a la luz. Esta crítica conduce a los postimpresionistas a buscar un nuevo lenguaje artístico distinto, es decir, se recuperará la importancia del dibujo y la preocupación por captar la expresividad, además de la luz. Autores representativos del movimiento postimpresionista son Cezanne, precursor del Cubismo; Toulouse-Lautrec, que hará de los carteles un nuevo arte; Gauguin, que centra su pintura en la naturaleza como método de evasión de la sociedad de su época; y Van Gogh cuya pintura es el reflejo de su búsqueda personal tratando en la misma de expresar sentimientos, siendo así el precursor del Expresionismo. Ellos y otros muchos pintores del movimiento serán quienes sentarán las bases de las que arrancarán las vanguardias del siglo XX.
Destacando a Vincent Van Gogh en concreto cabe decir que para poder entender aquellos detalles que caracterizan a su obra se debe tener muy en cuenta su biografía, pues su situación influyó muchísimo en su pintura.
La primera etapa de su carrera pictórica fue la holandesa, pues fue en Holanda donde nació. En este primer período el tema fundamental de sus obras era el campesinado y se caracterizaba por los tonos sombríos y una pincelada brusca y pastosa. La segunda etapa fue la francesa, pues París fue su siguiente paradero tras la muerte de su padre. Aquí fue donde Van Gogh entró en contacto con el movimiento impresionista adquiriendo así los cálidos tonos y ligeras pinceladas impresionistas, que pronto cambiará por amplias superficies de color plano y colores muy intensos como el azul y el amarillo que tanto le caracteriza. El cambio radical en sus obras se debe a su mala salud mental reflejando así en sus obras su locura y estado de depresión. Comienza a usar colores intensos y violentos, trazos agitados como modo para manifestar sus sentimientos.
Para poder hablar de Postimpresionismo, antes se debe hablar del Impresionismo y el contexto histórico que albergó a ambos movimientos pictóricos, mediados del siglo XIX.
Fue en la Francia del año 1863 donde surgió el Impresionismo, la creación de un grupo de pintores cuyo objetivo era llevar a cabo una serie de cambios pictóricos en oposición a la pintura tradicional y académica. El origen del movimiento impresionista coincide con un período de paz donde la burguesía florecía haciendo crecer también el consumismo y el ocio, pues las ciudades se habían vuelto en un nuevo espacio para esta nueva clase social. Así comienza a aparecer público ocioso que asiste a los conciertos en los boulevards y los jardines de París. El campo se convierte además en un lugar de ocio para la burguesía, y así lo retraban Monet y Renoir. También la noche y quienes la disfrutaban, los locales nocturnos, el paseo, el cabaret, el ballet, los cafés y las tertulias comienzan a adquirir relevancia. Mundo del que, impresionistas como Degas, extraían sus temas.
La pintura impresionista se caracteriza por la aplicación de la teoría de los colores, que consiste en mezclar los colores primarios (magenta, cian y amarillo) para lograr los colores complementarios (violeta, verde y naranja); por el gran protagonismo que adquiere la luz, pues el tema del cuadro es la luz y su incidencia en los objetos; la coloración de las sombras; la pincelada suelta, pues los pintores impresionistas prefieren una mancha pastosa y gruesa. Otras características son el pintar series de una misma escena a diferentes horas del día; la nueva valoración del espacio conseguida con ángulos y atrevidos encuadres; la nueva relación con el público, pues el espectador debe ser partícipe en la obra debido a que la obra se ofrece como algo que no está terminado y que es importante reconstruir mentalmente.
Muchas de estas características se repiten en el Postimpresionismo, pero debido al triunfo de los maestros impresionistas, se originará una cierta oposición a la visión fugaz debido a la importancia que le daban a la luz. Esta crítica conduce a los postimpresionistas a buscar un nuevo lenguaje artístico distinto, es decir, se recuperará la importancia del dibujo y la preocupación por captar la expresividad, además de la luz. Autores representativos del movimiento postimpresionista son Cezanne, precursor del Cubismo; Toulouse-Lautrec, que hará de los carteles un nuevo arte; Gauguin, que centra su pintura en la naturaleza como método de evasión de la sociedad de su época; y Van Gogh cuya pintura es el reflejo de su búsqueda personal tratando en la misma de expresar sentimientos, siendo así el precursor del Expresionismo. Ellos y otros muchos pintores del movimiento serán quienes sentarán las bases de las que arrancarán las vanguardias del siglo XX.
Destacando a Vincent Van Gogh en concreto cabe decir que para poder entender aquellos detalles que caracterizan a su obra se debe tener muy en cuenta su biografía, pues su situación influyó muchísimo en su pintura.
La primera etapa de su carrera pictórica fue la holandesa, pues fue en Holanda donde nació. En este primer período el tema fundamental de sus obras era el campesinado y se caracterizaba por los tonos sombríos y una pincelada brusca y pastosa. La segunda etapa fue la francesa, pues París fue su siguiente paradero tras la muerte de su padre. Aquí fue donde Van Gogh entró en contacto con el movimiento impresionista adquiriendo así los cálidos tonos y ligeras pinceladas impresionistas, que pronto cambiará por amplias superficies de color plano y colores muy intensos como el azul y el amarillo que tanto le caracteriza. El cambio radical en sus obras se debe a su mala salud mental reflejando así en sus obras su locura y estado de depresión. Comienza a usar colores intensos y violentos, trazos agitados como modo para manifestar sus sentimientos.
Van Gogh planeó esta pintura desde 1833 y tras
realizar bocetos y pinturas de prueba de la pieza, envió litografías invertidas
a dos comerciantes de arte y a uno de sus amigos. Al mismo tiempo, decidió
planear crear la versión definitiva en pintura. Aún sin haberla empezado, Van
Gogh comenzó a anunciarla terminada. Pero no se convirtió en la obra famosa que
él mismo pensó que sería, pues no tuvo éxito durante su vida. Sin embargo,
actualmente la pieza es considerada su primera obra maestra, la intención de
Vincent Van Gogh en un principio cuando decidió ser pintor.
Honoré Daumier fue un ilustrador, dibujante, pintor y escultor
francés cuyo espíritu crítico era muy ácido. Destacó en especial por sus
caricaturas litográficas satíricas sobre política, sociedad y las costumbres
que fueron publicadas en periódicos como La
Silhouette, La Caricature y Le Charivari. Sin embargo, Vincent Van Gogh fue un pintor holandés
que en vida no tuvo éxito como Daumier. Fue un año después de su muerte cuando
sus obras fueron reconocidas y adquirieron desorbitados valores en subastas.
Por un lado, Daumier fue quien mejoró las caricaturas satíricas que actualmente
se están acostumbradas a ver en los periódicos. Por otro lado, Van Gogh fue el antecedente de
vanguardias del siglo XX tan innovadoras como el Expresionismo y el Fauvismo.
Estas obras son un ejemplo claro de semejanza en
cuanto a la representación de una problemática real que ocurría en el momento
en el que ambos vivieron se refiere. Sus artes siguen vías completamente
diferentes y que nada tienen que ver una con la otra, pero aun así existen semejanzas
técnicas y no técnicas entre las obras de estos dos autores que a simple vista
parecen completamente opuestos.




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